El juego proporciona a los niños un entorno en el que pueden experimentar y dominar los límites entre lo que es seguro y lo que es peligroso. Esta es una función esencial del juego que puede ayudar a aliviar la ansiedad.

Además, durante el juego de riesgo, los niños parecen menos temerosos de que el miedo provoque estímulos. Esta es una indicación de procesos antifóbicos naturales que son evolutivamente adecuados para el desarrollo normal del niño.

Definiciones

Muchos investigadores famosos, como Piaget y Vygotsky, creían que varios tipos de juego eran importantes para el desarrollo. Para Piaget, el juego era una forma de que los niños aprendieran símbolos y separaran los pensamientos de los objetos. Para Vygotsky, el juego implicaba crear situaciones imaginarias, asignar y representar roles, y seguir un conjunto de reglas específicas para esos roles.

El juego es una actividad que conscientemente se sitúa fuera de la vida ordinaria por no ser seria, mientras que al mismo tiempo involucra plenamente al jugador de una manera emocional e intelectual plena. Tiene el rasgo genético de un movimiento en el campo de los significados que subordina los objetos y las acciones reales.

También implica el cumplimiento de deseos, aunque no de forma tan aislada como en la primera infancia. Por ejemplo, es agradable para un niño ganar en un juego deportivo y desagradable perder. Además, hacia el final de la edad preescolar y escolar sale a relucir un complejo de características no desarrolladas previamente: juegos que dan placer si tienen éxito; es decir, si uno gana.

Ejemplos

El juego es una variedad de actividades autoiniciadas que son placenteras, de espíritu libre, espontáneas y, a veces, frívolas, pero también intencionadas, orientadas a objetivos y compulsivas. Se encuentra en humanos, adolescentes, adultos y especies no humanas cognitivamente avanzadas.

Un aspecto clave del juego es el cumplimiento de deseos: los niños quieren algo y cuando no pueden conseguirlo, intentan compensarlo. De esta manera, la realidad interior de un niño se convierte en una especie de “patio de recreo” para los deseos.

En las entrevistas con los educadores, la mayoría de ellos se refirieron al juego arriesgado en términos positivos como un desafío o como probar algo nuevo. Interpretaron los cambios del entorno como oportunidades para que los niños participaran en juegos de riesgo. Sin embargo, algunos de ellos estaban inicialmente preocupados por la seguridad de este tipo de juego y temían que los niños pudieran lastimarse. Queda por ver si esto cambiará después de la implementación del espacio exterior rediseñado. Hay otros factores que pueden influir en las posibilidades de que los niños asuman riesgos, como las actitudes del personal, las características de los padres y el entorno físico (Spiegal et al., 2014).

Conclusiones

Si bien el juego no es exactamente un recuerdo, puede verse como un tipo de memoria en acción (Nohl, 2000). En el caso del juego arriesgado, un niño busca y juega con emociones y situaciones ligeramente temerosas que de otra manera no sería lo suficientemente maduro para experimentar. Esto es similar a un cierto grado de inhibición natural que se produce en los adultos y les permite estar seguros.

El hecho de que el juego arriesgado cause muy poco daño real es importante debido a su papel en el desarrollo de los niños. Algunos estudios sugieren que esto se debe a la inmadurez, pero investigaciones como la de Sandseter, que involucran jugar en o cerca de elementos peligrosos, como acantilados y aguas profundas, muestran que los niños no son particularmente conscientes del peligro potencial que crea su comportamiento.

Por lo tanto, una explicación más probable es que el juego arriesgado proporciona un efecto antifóbico en el que los niños aprenden a dominar los desafíos apropiados para su edad. Esto es muy similar a cómo se trata la ansiedad en la terapia cognitivo-conductual moderna, y también les ayuda a aprender habilidades de afrontamiento para superar sus miedos.

Referencias

Hay algunos recursos que pueden ayudar a comprender la psicología del juego. Estos incluyen los trabajos de varios investigadores y teóricos históricos y actuales. Estas obras pueden ayudarte a aprender a utilizar el concepto de juego en tu trabajo creativo.

Uno de los aspectos importantes del juego es aprender a controlar tus emociones. Esto ayuda con el funcionamiento adaptativo y también puede ayudarlo a lidiar con los factores estresantes en su vida. Otro aspecto importante del juego es aprender a interactuar con los demás. Esto ayuda con la socialización, el pensamiento crítico y la capacidad de colaborar en un entorno profesional.

En el juego funcional, los niños actúan para satisfacer un deseo. Este tipo de juego comienza en la infancia y continúa durante toda la infancia. Incluye acciones repetitivas, como sacudir un sonajero o dejar caer juguetes de una silla alta. Este tipo de juego también puede incluir juegos con un conjunto de reglas, como la etiqueta congelada. En este tipo de juego, los niños deben autorregularse frenando sus propios deseos de adherirse a las reglas del juego.

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